Cuando íbamos camino al encuentro con la comunidad Krishna en Chancay, nos dimos cuenta de que más que un lugar cercado y exclusivo, era toda una comunidad, debido a que se comenzaba a apreciar ciertas casas con una arquitectura krishna (mayormente circulares), a partir de unos 300 metros antes de llegar a nuestro punto, es decir, que nuestro campo de investigación se extendía en un radio de 500 metros a la redonda.
Así mismo pensábamos que nuestro campo de investigación se reducía solamente a un templo krishna, dándonos la sorpresa de que estábamos equivocados y se trataba también de una especie de centro de hospedaje. Vimos que tenia áreas de juegos para niños, un restaurante, habitaciones en mini condominios llamados trulies (lugar en donde se hospedan las visitas), una conexión con la playa (el centro esta en la orilla del mar), suvenires e instalaciones para la para la practica de yoga, meditación y sus rituales en diversos momentos del día.
Por otro lado, el darnos cuenta que las personas que conforman y ayudan dentro del ECOTRULY PARK de los Hare Krishna no son solamente peruanas, sino también personas del extranjero, por ejemplo los primeros en atendernos fueron un mexicano y un colombiano. Ellos nos explicaron que reciben visitas de muchas personas del extranjero, que son guiadas, normalmente, por el interés de un fin de semana en sus instalaciones o por un interés en la filosofía de la vida Krishna.
Finalmente, el mencionar que tuvimos la oportunidad de entrar en la cocina del restaurante del centro, observando algo que no esperábamos ver. Apreciamos la forma en la cual preparan sus alimentos (orando, meditando y siguiendo una serie de pasos ya determinados) y cuales son sus ingredientes a utilizar, para cumplir con su rigurosa regla de no comer carne y alimentos que vayan en contra de la pureza del alma. Ordenamos un menú que consistía en arroz chaufa (la carne era de soya no tenía cebolla, porque para ellos es un vegetal que atrae la mayoría de impurezas del suelo), Lomo saltado (en vez de carne tenía la carne de soya con verduras) y brócoli saltado; todos ellos acompañados de un jugo de fresa que tenía un sabor natural, que a la mayoría del grupo le gusto y catalogó como único.
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